En 1537 consigue permiso real para ir a buscar a su marido. Tras varios meses lo encuentra muerto en Perú y recibe una pequeña parcela de tierra por ser viuda de soldado español. La tierra asignada era contigua a la de Pedro de Valdivia y se inicia entre ambos una fuerte relación amorosa en 1538. Desde ese momento colaboró con él en la expedición de la conquista de Chile como enfermera, cocinera, administradora de los recursos económicos, organizadora de los campamentos, de la defensa de la retaguardia y participando en la batalla como soldado en la defensa de Santiago. Incluso llegó a salvar la vida de Pedro de Valdivia cuando un contrincante venido desde España llamado Pedro Sánchez de la Hoz, junto a otros 4 españoles estuvo a punto de darle muerte en el Desierto de Atacama.
En la batalla contra los caciques indígenas chilenos, muchos hombres daban por inevitable la derrota y se opusieron al plan, argumentando que mantener con vida a los líderes indígenas era su única baza para sobrevivir, pero Inés insistió en continuar adelante con el plan: se encaminó a la vivienda en que se hallaban los cabecillas, dándoles la orden de ejecución. Testigos del suceso narran que el vigilante, al preguntar como debían morir los prisioneros, recibió por respuesta de Inés “De esta manera“, tomando la espada del guardia y decapitando ella misma al primero de los caciques.
1 comentario:
Sería muy interesante alguna referencia bibliográfca o archivística de tales hechos.
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